LOS VAMPIROS NO EXISTEN

Hugo Bahamón Dussán

Asignaba trabajos a mis alumnos y en un momento, sorpresivamente, les dije: Los vampiros no existen.

Todos se voltearon a mirarme y uno de ellos me dijo: Claro, profesor, eso lo sabemos, son producto de la literatura fantástica, los vampiros no existen.

Les voy a contar una historia y entonces entenderán porqué les digo que los vampiros no existen.

En Colombia le decimos “vampiro” al estudiante que no participa activamente en los trabajos en grupo, sino que se limita a estar ahí y dejar que los otros hagan la investigación, redacten el documento y presenten la exposición.

Ese estudiante obtiene una buena calificación, pero no aprende.

Ese estudiante succiona el esfuerzo de sus compañeros de grupo y se beneficia de ellos.

Ese estudiante es un vampiro.

Pero, entonces, el asunto ahora es: ahí está un vampiro de carne y hueso.

¿Cómo puedo afirmar que los vampiros no existen, si ahí hay uno?

Bueno, en honor a la verdad, los vampiros si existen, pero la estaca del trabajo individual los mata al salir del bachillerato.

Me explico.

Durante el bachillerato no hay una verdadera competencia, de hecho, la amistad prima sobre la competencia.

Por esa razón, en el bachillerato pueden existir los vampiros.

En la vida real, esa persona que está trabajando a tu lado quiere que el ascenso, el aumento salarial, el reconocimiento, la felicitación, el premio y el bono por rendimiento sean para él y no para ti.

Es más, él quiere que en el momento en que haya recorte de personal, quien se vaya seas tú y no él.

Para él es más importante su familia que la tuya y eso es absolutamente comprensible y lógico.

En la vida real no hay vampiros, porque nadie deja que otro se beneficie de su propio trabajo a sabiendas de que eso le puede perjudicar hasta el punto de llegar a perder su empleo.

En la vida profesional no hay amigos, hay compañeros de trabajo, que compiten cada día contigo.

Ganará esa competencia quien no fue vampiro en el bachillerato.

No te acostumbres a ser un vampiro, haz tu parte del trabajo, no copies las tareas, no esperes a que tu compañero termine para copiar sus respuestas, aprende y cultiva tu propio conocimiento.

Durante los exámenes no podrás ser un vampiro, no tendrás a quien succionarle el conocimiento.

Nunca lo olvides, los vampiros, en la vida real, no existen.

Deja un comentario